¿Qué es la afasia?

Es una alteración del lenguaje producida por un fallo en el sistema nervioso. Un problema de comunicación que lleva implícito un problema social. Esta incapacidad total o parcial, implica dificultades relacionales en la vida de las personas que la sufren.

No todas las afasias son iguales. Es más, podríamos afirmar que cada una de sus manifestaciones es única. En su diagnóstico, influyen muchos factores que debemos tener en cuenta si queremos diseñar un programa de rehabilitación eficiente. ¿Vamos con ellos?

Índice de contenidos

Causas de la afasia

Por un lado, este trastorno puede aparecer por Daño Cerebral Adquirido (DCA), una lesión brusca o repentina en el cerebro. Aquí hay que destacar los accidentes cerebrovasculares, puesto que suponen más del 80% de los casos por DCA. Le seguirían los traumatismos craneoencefálicos, los tumores cerebrales y las infecciones.

Por otro lado, también puede aparecer por enfermedad neurodegenerativa. Es decir, el afectado iría perdiendo el lenguaje progresivamente. Esta demencia se conoce como afasia progresiva primaria (APP).

Tipos de afasia

Según la zona del cerebro dañada, el paciente manifestará diversos errores en los distintos componentes del lenguaje: expresión, comprensión, repetición, lectura y escritura.

Así, en la clasificación por DCA se distinguen 8 tipologías: de Broca, anómica, de conducción, global, de Wernicke, transcortical motora, transcortical sensorial y transcortical mixta. Y, en cuanto a las afasias progresivas primariasse dividen en tres variantes: app no fluente, app, logopénica y app semántica.

Grado de la afasia

Este aspecto tiene que ver con la intensidad de la lesión sufrida. Es decir, «no es lo mismo romperse una muñeca que hacerse un esguince en ella». De esta manera, dentro de una misma tipología podremos encontrarnos pacientes severos, moderados o leves.

Fases de la afasia

En afasia tras daño cerebral

Como hemos mencionado antes, el daño cerebral ocurre de forma brusca y repentina. Esto significa que el afectado primero ingresa en el hospital, donde se enfrenta a una etapa crítica. Aquí su lesión está aún muy reciente, por lo que la afasia puede manifestarse en su versión más severa. Es lo que se conoce como la fase aguda.

A medida que la lesión va sanando, los sistemas neuronales dañados se restructuran. En esta etapa, que dura aproximadamente un año tras el alta médica, se experimenta la mayor evolución. Esta sería la  fase posaguda.

Finalmente, después del año, entraríamos en la fase crónica. Esto significa que, aunque la lesión está curada, ha muerto tejido nervioso que no es recuperable. Por tanto, el afectado presenta secuelas permanentes en el lenguaje. ¡¡OJO!! Esto no quiere decir que no se pueda mejorar, ya que el cerebro puede reaprender utilizando otros mecanismos.

En afasia progresiva primaria

En cuanto a los tiempos, no hay unas fases tan definidas como las que acabamos de explicar. El avance de la enfermedad depende de la naturaleza de cada individuo, de cuando se ha detectado o de si  se han utilizado mecanismos – como terapias del lenguaje-  para ralentizar sus efectos.

Lo que sí que hay que tener en cuenta es que en esta en esta demencia el paciente va involucionando de un grado leve a uno severo. Con el paso de los años, iría perdiendo su lenguaje de menos frecuente a más cotidiano

Historia de la afasia

Pincha en la imagen para conocer el estudio y la historia de la afasia

Otros factores

Uno de los aspectos en ell que debemos fijarnos a la hora de diseñar un programa de rehabilitación, es que a menudo puede haber trastornos asociados. Es muy posible que la persona afectada pueda padecer alteraciones conductuales (depresión o ansiedad), visuales (agnosias o diplopias), motoras (plejias o paresias)… Además, en las APP, con el tiempo pueden aparecer otras patologías como la enfermedad de Parkinson o Alzheimer.

Además, en la terapia del lenguaje también va a influir la reserva cognitiva del individuo. No somos iguales, puesto que nuestras experiencias hacen que tengamos desarrolladas, en mayor o menor medida, distintas partes del cerebro. Por ejemplo, una persona que ha estudiado música o idiomas tendrá más trabajada la zona cerebral encargada de procesar esa información.

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